Así se puede catalogar lo vivido el pasado Sábado en Trigueros, en una tarde de perros, se inició el decimo encuentro de liga, con la ilusión de conseguir una nueva victoria.
De entrada muy metidos en el partido obtenemos las primeras ventajas en el marcador, merced a una buena defensa y rápidos contraataques, unido a un buen ataque.
A media que iba pasando los minutos la pista demasiado humedecida por la gran cantidad de agua que estaba cayendo. Se estaba convirtiendo en una pista de patinaje. Los árbitros constantemente cortaban el juego para secar la pista, lo cual de forma indirecta cortaban el ritmo una y otra vez. En ningún caso se nos comunica la posibilidad de parar el partido por el estado de la pista.
La igualdad es la constante, como en la mayoría de partidos, ventajas mínimas de uno y otro equipo. Antes de finalizar el segundo cuarto ocurre una acción, bajo mi punto de vista muy importante.
Un jugador de nuestro equipo va solo hacia canasta, en el otro lado de la pista ocurre una rifirrafe entre dos jugadores, incomprensiblemente se pita falta antideportiva, anulando la canasta.
Concede dos tiros libres y banda, le hago el siguiente comentario al arbitro:” si falla los dos tiros libres beneficias al infractor” , el responde:” si no la pito me protesta”.
Se pone nervioso demasiado, todas las acciones restantes marcan el sino del partido.
Antes del descanso me señala una falta técnica, por una apreciación correcta y respetuosa . Eso hace que al descansa no vayamos de cinco puntos abajo en el marcador.
La segunda parte, no hay partido, de entrada quiere compensar señalando una técnica a un jugador contrario, de nuevo se iguala el partido, pero es un puro espejismo.
La pista sigue impracticable, ya no se puede ni siquiera mantener de pie. Se inicia el recital de “pito” con cinco violaciones de acompañamiento en situaciones de uno contra cero, no señala ni siquiera un contacto, no contrala el tiempo de posesión del equipo contrario, sin exageraciones llegué a contar cuarenta segundos en varios ataques.
A falta de tres minutos con diez puntos abajo, requiere de mi presencia para analizar el estado de la pista, le hago un comentario” ahora vas a decidir suspender el partido, haz lo que quieras” me señala la segunda técnica por el simple comentario de “están atacando más de veinticuatros segundos”, me retiro de las instalaciones sin más.
Y en vez de terminar el partido señala técnica a todo el que se le pone delante, incluida una descalificante de impotencia, concretamente siete técnicas. Pero no lo triste no queda ahí nuestro capitán requiere firmar bajo protesta, denegándolo y salen corriendo…..
Todo ello se me transmite una vez transcurrido los hechos.
En la puerta del pabellón hablando con jugadores de Trigueros, comentamos lo que se ha vivido, no damos crédito a lo sucedido pero se pasa página sin más todo ha terminado. Al parecer se encontraba un acompañante del la pareja arbitral, quien una vez se monta en el vehículo empieza a faltar el respeto con descalificativos a todos los presentes.
Se pudo haber montado una buena pero todo quedó en una anécdota más de este juego.
MERECEMOS UN POCO DE RESPETO
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